Un 78% ha sido el número total de españoles que han declarado no sentir seguridad del uso que hacen las autoridades de nuestro país de sus datos privados, un porcentaje que se sitúa en cabeza en el total de los países pertenecientes a la Unión Europea en los que se ha realizado dicho estudio, un total de 19. Esto es un dato alarmante, puesto que en un mundo que actualmente es dirigido por la tecnología y los datos, la confianza en el manejo de los mismos por parte de las autoridades pertinentes, resulta fundamental para hacer funcionar el sistema, sin embargo, los españoles parecen estar más preocupados que nadie en este aspecto y comprenden la magnitud de información que el gobierno local almacena sobre todos nosotros.
Según ha podido aclarar Reboot Online, el 78% de la población española, asegura no confiar en las autoridades públicas en lo que a la protección de sus datos personales respecta, esto coloca a España a la cabeza del ranking europeo de desconfianza, sin embargo, países cómo Irlanda le siguen de cerca con un 73% de escépticos en cuanto a la gestión de dicha información por parte de las autoridades. A estos dos países les sigue Bélgica, Francia y el Reino Unido con un alto 68% de desconfianza entre sus ciudadanos, dato que nos deja entre las primeras posiciones algunos de los países con mayor población del continente, lo que denota un nivel de confianza general bastante reducido.
En el otro extremo de la balanza, podemos encontrar países cómo Finlandia, que lidera el ranking por el final, siendo el país que más confía en sus autoridades para proteger los datos públicos de la población, con un nivel de desconfianza de tan solo el 29%. Por encima de Finlandia podemos encontrar a Estonia en la décimo octava posición, lugar en el que 2 de cada 5 ciudadanos no están convencidos por completo de la seguridad de sus datos pero mantienen un nivel de confianza bastante alto. Sin embargo, son excepciones, puesto que según reflejan los datos, de media, el 61% de los europeos no confía plenamente, un dato que debería reflejar preocupación por parte de las autoridades.
Para desconfiar menos, es imprescindible asegurarnos de que nuestros datos están seguros, siguiendo una serie de pautas que podrían ayudarnos a la hora de compartir nuestra información más personal. El principal, es leer las políticas de privacidad de todas las aplicaciones que descargamos para asegurarnos de que solicitan las mismas; mientras tanto, no es aconsejable compartir demasiada información en redes sociales y se aconseja pensárselo dos veces antes de acceder a redes Wi-Fi de carácter público, puesto que podrían obtener nuestros datos con gran facilidad. Finalmente, no deberíamos compartir nada de información personal con fuentes que no conocemos ya sea por mail o por cualquier vía online.