Según un estudio de Censuswide, muchos de los teletrabajadores cuentan con espacios de trabajo estrechos y, a menudo, apilan las cosas encima de las unidades de extensión eléctrica. Un aspecto que deberían evitar para no exponerse a un potencial incendio.
Muy pocas personas saben cómo adaptar de forma segura los equipos electrónicos que usan diariamente. Tampoco muchas son conscientes de los posibles riesgos eléctricos de trabajar desde casa. Una investigación del Grupo Bullitt muestra cómo antes del confinamiento el 40% de las compañías de las personas encuestadas tenían un procedimiento para revisar regularmente los dispositivos eléctricos. Este porcentaje ha bajado a solo un 22% desde que se empezó a trabajar desde el hogar. Casi la mitad (45%) de la gente encuestada no sabe cuándo fue la última vez que se revisaron los artículos eléctricos específicos del trabajo.
Más de la mitad de los encuestados dicen no estar preocupados por los peligros eléctricos.
Algunos de los datos recogidos por Censuswide señalan aspectos como que más de un tercio de los teletrabajadores asegura que no tiene suficientes enchufes y que encadena cables alargadores para obtener la longitud deseada. Además, los empleados no son conscientes de los riesgos: más de la mitad (56%) de las personas encuestadas dicen no estar preocupadas por los peligros eléctricos.
Cuando se les pregunta por el lugar de trabajo habitual, más de un tercio (36%) reconoce que mueven su ordenador portátil y su cargador mientras trabajan en diferentes lugares. Asimismo, el 23% admite que comparte los enchufes eléctricos para trabajar con otros aparatos domésticos.
Junto a Electrical Safety First, Grupo Bullitt recomienda unos sencillos consejos para hacer más seguro el entorno de trabajo desde casa: