Los estafadores encuentran su hueco en la relajación de los sistemas de verificación de la identidad, establecidos por los mercados online y los servicios financieros
La transformación digital que ya venía produciéndose desde antes de la Covid-19 estaba cambiando la manera de pagar las facturas, gestionar las finanzas o comprar entre los consumidores. Ahora más que nunca, la compra online o la gestión del dinero a través del smartphone está normalizada. En todo el proceso de adaptación al entorno digital, las soluciones específicas para comprobar la identidad establecidas por los mercados online y los servicios financieros han evolucionado con la tecnología. Con el objetivo de integrar a un mayor número de consumidores cada vez más rápido, se ha minimizado la verificación de la identidad durante la creación de las cuentas. Como consecuencia, se ha abierto un hueco perfecto para los criminales.
Los estafadores encuentran en la identidad digital la llave maestra para cometer el fraude. Aunque, en parte, se trata de fraude en primera instancia (el infractor es el dueño de la identidad), es la estafa cometida por terceras personas la que mayor peso ha ganado en los últimos años. Pero ¿qué tipos de fraude se pueden encontrar?
Tipos de fraude:
Un informe de Mitek asegura que los dos tipos de fraude que más han aumentado en los últimos años son el fraude con cuenta nueva y el fraude por robo de cuentas. En el primer caso, los estafadores utilizan cada vez más identidades sintéticas para abrir cuentas nuevas. Se trata de identidades completamente falsas o un conjunto de información inventada, de identificación personal real o robada, o comparada en la dark web.
Según GIACT, la empresa líder en detección de este tipo de estafas, los modelos utilizados para predecir el fraude de terceros al abrir una cuenta en servicios financieros no detectan el 85-95 % del fraude con identidades sintéticas. En los mercados online, el fraude por cuenta nueva se utiliza para comprar bienes o servicios utilizando tarjetas de pago robadas o cuentas para pagos personales.
Para minimizar los posibles fraudes por cuenta nueva, el estudio de Mitek recomienda:
Es más fácil para los estafadores colarse en una cuenta ya existente que abrir una nueva. Las posibles recompensas son mayores, los resultados más rápidos y, puesto que es probable que una relación de confianza ya establecida se someta a un menor control contra el fraude, el riesgo también es menor.
En los servicios financieros, este tipo de estafa permite que los criminales utilicen el crédito del titular de la cuenta haciendo compras por internet con una tarjeta de pago o, incluso, solicitar un nuevo préstamo o línea de crédito, vender credenciales o realizar pagos personales a sí mismos.
El fraude por robo de cuentas permite que los vendedores estafadores corrompan las listas de vendedores legítimos
En los mercados online, el fraude por robo de cuentas permite que los vendedores estafadores corrompan las listas de vendedores legítimos, sustituyéndolas por productos falsificados o aceptando pedidos sin entregar los productos, entre otras cosas.
La defensa frente al robo de cuentas pasa por: