Con un Audi en el centro del stand que muestra cómo se puede gestionar el coche a través de la voz e incluso realizar la recarga eléctrica del mismo, Amazon ha dividido el espacio que dispone en el CES en ambientes, dentro de los cuales ha distribuido los diferentes productos que ya llevan Alexa integrado y que no sólo permiten la interacción por voz, sino que responden a muchas de las preguntas que le realizamos o realizan aquellas funciones que les solicitamos.
Así, si dentro de la casa vemos los ya populares Echo, ahora también descubrimos hornos digitales que no sólo reconocen el tipo de producto que metemos en ellos y nos recomiendan los tiempos de cocción, sino con los que podemos ‘comunicarnos’ para establecer tiempos, horas de inicio, resolver dudas, etc.
En este mismo ambiente descubrimos un conjunte de botes de cocina, con sensores integrados, los cuales al detectar que un producto se está terminando realiza automáticamente y a través de Amazon el pedido (arroz, azúcar, café, fideos…).
Y si a la hora de trabajar vemos ya impresoras conectadas que auto compran el toner, en nuestras casas podemos instalar interruptores, mirillas, cerrojos que más allá de encender la luz o abrir la puerta, nos dan información de uso, estadísticas y facilitan la gestión remota de los mismos.
Cascos de moto conectados, juguetes gestionados por voz, un sinfín de accesorios de audio… el modelo de negocio de Amazon parece desvelarse al público con claridad: no sólo queremos convertirnos en el primer distribuidor y vendedor del mundo, sino que vamos a poner todos los medios tecnológicos a nuestro alcance para llegar a ser imbatibles… y lo están consiguiendo.