El nuevo proyecto de Movistar, que aterrizaba en España el pasado mes de junio, ha procedido a desactivar la contratación del servicio en nuestro país debido a una saturación de trabajo que impedía a la marca tramitar de forma correcta las altas de sus clientes.
El eslogan con el que Telefónica anunciaba la llegada a España de su marca O2 no podía ser más apropiado: 'Respira'; aunque esta vez tendrá que ser de paciencia, porque el servicio de contratación ha sido desactivado.
"Salimos convencidos de que podríamos dar un buen servicio mientras seguíamos trabajando para mejorar y pulir detalles, pero no ha sido así", confirma la compañía en un comunicado, donde pide disculpas por las molestias que esto haya podido o pueda ocasionar.
El problema, aseguran, es que muchas de las altas no han sido bien procesadas, por lo que deben tramitarlas a mano e individualmente, una a una. "Esto nos lleva mucho tiempo por cada cliente, al que estamos retrasando su puesta en servicio, haciéndole perder tiempo y generándole molestias sin darle tampoco una información exacta", señalan.
Por este motivo, Telefónica ha decidido suspender la contratación hasta nuevo aviso, para poder atender todas las altas pendientes y conseguir mejorar la portabilidad, de manera que sea rápida y no implique ningún perjuicio para el cliente.
Hemos decidido detener la contratación, para poder centrarnos únicamente en estos clientes y dedicar todos nuestros recursos y centros de atención a eliminar esta espera.
La operadora no ha querido señalar el número de clientes que se han visto afectados, así como tampoco se ha atrevido a establecer una fecha de resolución específica. No obstante, fuentes cercanas a Telefónica advierten que el servicio podría no reanudarse hasta septiembre.