Hyundai-Kia siempre ha sido una empresa agresiva y, por mucho, la más nueva de las cinco empresas más grandes del mundo de la automoción. Con este modelo, Hyundai quiere presentarse como competidor en el mercado del Chevrolet Bolt EV que supera los 608 kilómetros de autonomía y los 30.580 euros que vale.
Eran Natalya Edwards, gerente de estrategia de productos avanzados; Jerome Grergeois, gerente sénior de motores eco en Hyundai Technical Center en Chino, California; y Ryan Miller, ingeniero sénior de motores EV en el Centro Técnico respondieron a las preguntas de nuestros compañeros de greencarreports.com, desvelando algunas de las novedades que presentará el Hyundai Kona Electric de 2019.
El enfriamiento por aire era suficiente para una batería de 27 kw/h que se encontraba debajo del asiento trasero del Hyundai Ioniq Electric. Pero con una batería que contenga 64 kw/h en el Kona Electric, obliga a que los módulos celulares ocupen una mayor volumen del paquete, lo que requiere de la refrigeración líquida para mantener las células a temperaturas óptimas y garantizar la longevidad de la autonomía.
Una vez más, la necesidad de trabajar con administración térmica líquida requirieron un rediseño completo de las partes internas de la batería. Es por ello que poco de la estructura física del paquete se transfiere del Ioniq Electric, aunque el software de gestión de la batería y los algoritmos guardan una relación más estrecha con el automóvil anterior.
El Ioniq eléctrico tiene un motor de 88 kw (118 cv) que impulsa sus ruedas delanteras, mientras que el de Kona Electric tendrá una potencia de 150 kw (201 cv) con un motor preparado para una carga más rápida y una mayor entrega de energía.
Hyundai se basa en la medición de la corriente de carga en amperios en lugar de la potencia (kilovatios). El paquete en el Ioniq Electric, es capaz de cargar rápidamente 173 amperios, lo que corresponde a 70 kilovatios.
El nuevo Kona Electric recibe una corriente máxima de 200 amperios, lo que significa que puede alcanzar una potencia máxima de 80 kw, estando dentro de las capacidades de los nuevas estaciones de carga rápida CCS con un poder de carga de 100 kw que se encuentran actualmente en Europa y Corea del Sur.
El Kona eléctrico tiene una suspensión trasera independiente con brazos posteriores, lo que facilita el ajuste del paquete de baterías. El modelo Kona de gasolina usa una suspensión trasera con barra de torsión, un diseño que a menudo se considera que proporciona una sujeción y manejo de la carretera menos precisos.
Fuente: Green Car Reports