Reportajes

El día de mañana

Miércoles 22 de octubre de 2014

El pasado tres de octubre, Motorola celebró el “European Innovation Day” en sus laboratorios de I+D en las cercanías de Paris. Una jornada dedicada a exponer las tecnologías y funcionalidades desarrolladas en sus laboratorios y que ya están listas para salir al mercado el día de mañana.



Los nuevos productos y soluciones siempre despiertan un atractivo especial y, sobre todo, si todavía no han entrado en escena. Bajo la atenta mirada de los más de 70 periodistas europeos allí convocados comenzó una intensa jornada marcada por las demostraciones ‘in situ’. Como maestros de ceremonias, se pudo contar con la presencia de dos de los personajes más referenciados en el entorno I+D de Motorola: Gary Grube, responsable máximo de la investigación sobre tecnologías inalámbricas y cerebro de buena parte de los avances más significativos de la compañía, y Nicolas Demassieux, responsable del departamento europeo de Investigación de las Comunicaciones y de Banda Ancha de Motorola.

 

La filosofía de hoy, el futuro de mañana Motorola, adalid de las comunicaciones en el mundo, no sólo contribuye al desarrollo de nuevos servicios y prestaciones. La integración de los dispositivos, la personalización de los mismos -tanto por los usuarios como por las redes sociales-, y el acercamiento de la tecnología a esa parte de la sociedad que queda al otro lado de la brecha digital, son y serán factores determinantes a la hora analizar la política de desarrollo del gigante estadounidense. Por otro lado, hoy en día los móviles han dejado de ser un instrumento meramente comunicativo para pasar a ocupar un lugar privilegiado en la vida cotidiana. Así pues, los terminales han ido creciendo en capacidades y, las características propias de los ordenadores de sobremesa de hace una década descansan hoy en día en el interior de bolsos y bolsillos. Ante este panorama, no es de extrañar que el desarrollo de la sociedad de la información se apoye de manera incondicional en los teléfonos celulares de la misma manera que se sustentó en los ordenadores personales hace un cuarto de siglo. Con estas cartas sobre la mesa, se puede afirmar que el día de mañana el móvil será el sexto sentido, aquel que permitirá la interacción con la vida digital. 

Unificar las redes Bajo esta máxima, Motorola trabaja para llevar una conexión de banda ancha más allá de los límites tradicionales y por encima de los problemas propios de las distintas redes. En este sentido, la transición transparente entre redes heterogéneas permitirá la transmisión de servicios multimedia sin interrupciones y sin perdidas de calidad. Por ejemplo, se podrá disfrutar de un video transmitido por una red WiFi. Si la red sufre saturación o pérdida de señal, y no puede garantizar la calidad mínima exigible, el operador podrá gestionar el uso de otras redes –EDGE, UMTS, etc.- y elegir en función de la disponibilidad, la capacidad y la preferencia del usuario la más adecuada para proseguir la transmisión sin interrumpir la reproducción. Si el dispositivo vuelve a recuperar una señal WiFi aceptable, volverá a operar sobre la red inalámbrica de manera autónoma sin necesidad de que el usuario intervenga. El concepto también se extiende a la gestión de datos a través de protocolos IP, mediante el desarrollo de dos nuevos protocolos de Internet, el IPV4 y el IPV6. Conforme a esto, si durante la ejecución de una aplicación en tiempo real a través de una red inalámbrica y bajo el protocolo IPV6 se produjera algún incidente, el dispositivo (y no el operador, como en el caso anterior) localizaría una red celular y cambiaría a esta bajo el protocolo IPV4, igualmente sin pérdidas de calidad y sin interrumpir la sesión. A su vez, este proceso de convergencia de redes también se lleva al ámbito del transporte colectivo. Al problema de la migración de red en función de la disponibilidad, se une la gestión del ancho de banda total entre los distintos usuarios. La solución Mobile Network Gateway responde a ambas necesidades. Por un lado es capaz de encontrar la mejor red externa (ya sea celular o inalámbrica), conectar con ella y distribuir el ancho de banda, de forma efectiva, entre sus usuarios en función de la calidad de servicio que requiere cada uno de ellos.

Un mundo de contenidos Por otra parte, la inclusión de características multimedia en los móviles ha supuesto, en los últimos años, un ‘boom’ del sector de contenidos para móviles. Sólo hay que observar el sorprendente crecimiento que ha sufrido esta industria. Las previsiones para los próximos años son más que positivas y, si se tiene en cuenta que muy pronto no se podrán discriminar los contenidos exclusivos para móviles entre el resto de los contenidos multimedia, el panorama se plantea más que prometedor. No es de extrañar que los fabricantes se muestren cada vez más interesados en la gestión que realizan los usuarios de sus contenidos. Así pues, Motorola ha desarrollado un programa de intercambio a través de conexiones P2P (peer to peer) muy parecido a los programas de intercambio convencionales (Emule, BitTorrent, etc.). A través de una conexión WiFi y bajo protocolo IP, se realiza una conexión a la red Gnutella2 que permite la búsqueda y descarga de todo tipo de contenidos de forma simple y precisa gracias al uso de metadatos. Otro de los servicios desarrollados, y que presenta una mayor perspectiva, es lo que se conoce como Cache & Carry y que permite el acceso a un contenido casi ilimitado desde el móvil. Básicamente, consiste en la sincronización remota con nuestro PC vía conexión inalámbrica. Un ejemplo servirá para aclarar este concepto: supóngase un usuario con un teléfono móvil con escasa capacidad de memoria, como pueden ser 65 MB donde apenas cabe un LP en formato MP3 a una velocidad de transmisión de 196 Kbps. En los tiempos que corren, ir con un solo disco en el bolsillo resulta cansino, pero la proliferación de redes WiFi abiertas facilita la conexión a la Red en muchos sitios; por lo tanto, nuestro usuario tiene la posibilidad de conectarse y, a continuación, sincronizar con su PC para actualizar sus contenidos. Esta idea no es nueva, pero la implementación que ha realizado Motorola permite que todo el proceso sea completamente automático. Así, nuestro usuario sólo tendrá que seleccionar la información que desea y, en cuanto el dispositivo detecte una conexión abierta, procederá a la sincronización. Toda una revolución, si se tiene en cuenta que la mayor parte del espacio de almacenamiento se utiliza en contenidos, ya que elimina la necesidad de disponer de grandes volúmenes de memoria con la consiguiente reducción de espacio en los terminales. Además, puede configurarse para varios ordenadores simultáneamente y su único requisito es un móvil con motor de Java. Pero aún hay más, y es que el tema de la gestión de contenidos va a dar mucho que hablar. La indexación mediante metadatos permitirá una búsqueda eficaz y rápida, los enlaces entre contenidos relacionados, así como la asociación de dispositivos para disfrutar de los contenidos en distintos entornos, ya sea un PC, una televisión o una PDA.

Individualismo frente a globalización En un sector marcado por términos colectivistas como globalización, convergencia o integración se impone como valor diferencial el individualismo a través de la personalización. Ésta, a su vez, permite que el uso de aplicaciones y de servicios sea más intuitivo, práctico, agradable y rentable. Se comprende, entonces, que se hayan realizados grandes esfuerzos para que la personalización basada en las preferencias del usuario y su entorno sean mañana una realidad. Pero el término personalización va más allá de colocar tu propio fondo de escritorio o el tono de llamada. Según la forma de entender este proceso que tiene el fabricante americano, la personalización se extiende sobre tres campos: la interacción del usuario, los contenidos y los servicios. En la personalización de la interacción del usuario se engloban las distintas implementaciones que pueden lograr que el propietario del terminal haga uso de la tecnología según sus preferencias y su entorno. Veámoslo con otro ejemplo: un usuario accede a su vehículo. Unos sensores detectan esta entrada vía Bluetooth y al momento todas las llamadas entrantes se derivarán por el sistema de audio del coche; pero, si el sistema detecta situaciones de tráfico difícil (en términos de comunicación), puede enrutar las llamadas hacia el buzón de voz para que sen atendidas posteriormente. En cuanto a la personalización de contenidos, debe entenderse como la capacidad de un dispositivo de adaptarse a los gustos del usuario para proporcionar materia de su agrado. Siguiendo esta premisa, un teléfono podrá almacenar distintas metaetiquetas de indexación para, de una forma eficaz, anticiparse al usuario y generar contenido adicional de calidad y a su gusto bajo un solo click. Por último, la personalización de servicios no es más que la adaptación del uso de una prestación al usuario y su entorno. Ejemplos de esto lo encontramos en los displays con detector de luminosidad que adapta el brillo a las situaciones externas de iluminación o en la selección de red en función de las necesidades. Pero la personalización exige tremendos esfuerzos y los estándares que deben salvaguardar sus valores están en pañales. Motorola anda el camino y colabora con distintos consorcios como Digital Living Network Alliance, W3C, Open Mobile Alliance o 3GPP para ayudar a que estas ideas sean pronto una realidad.

Interacción con la vida digital Otro aspecto que hemos comentado anteriormente es que un teléfono móvil puede prestar servicios dispares y complejos que cambiarán los hábitos de vida de la sociedad. Los carteles inteligentes pronto serán una realidad y, anotar información referente a un evento será tan fácil como pasar el reverso del móvil, donde posiblemente se alojará el lector, por encima del punto informativo del cartel. Esta información queda a disposición del usuario que podrá enviarla, editarla, compartirla, etc. Esta misma tecnología es compatible con sistemas de pagos electrónicos seguros y se augura una rápida implantación debido a su sencillez de uso y su transparencia. Más prometedora todavía es la implantación de etiquetas 2D como soporte informativo. Estos “códigos de barras” consisten en una matriz con marcas referenciales en tres de sus cuatro esquinas y con un contenido de cuadrados en su interior que pueden adoptar el color negro o blanco. Su lectura se realiza mediante un teléfono móvil convencional, con cámara y la lectura se realiza a través de ésta. Así, tras enfocar la etiqueta, el software asociado toma las referencias de las dimensiones e identifica cada marca dentro del dibujo de la etiqueta con un cero o con un uno en función de su color. El gran potencial de estos códigos está en la reducción de costes derivada de la eliminación de los circuitos electrónicos adicionales. De forma parecida opera una aplicación desarrollada para leer tarjetas de visita. Un breve escaneo de la tarjeta basta para extraer los datos e incorporarlos automáticamente a la agenda del teléfono. De este servicio ya tenemos algunos ejemplos en el mercado en modelos comercializados por otras marcas.

Mañana será otro día Pronosticaban los expertos que pronto llegaría el día en el que la generación de contenidos cedería el protagonismo a la gestión de los mismos. Este cambio de paradigma está, cada vez más, presente en las tendencias de los fabricantes móviles. Cómo va a alterar nuestra sociedad este cambio de perspectiva nadie lo sabe y tendremos que esperar para verlo. Probablemente, algunas tecnologías, a pesar de estar desarrolladas casi por completo, nunca llegarán al usuario final o pasarán sin pena ni gloria. Pudiera ocurrir que otras prestaciones o servicios más potentes destronasen a los anteriores antes incluso de salir al mercado. O tal vez la brecha digital sea insalvable para buena parte de los usuarios, que seguirán usando el móvil sólo para hablar. Pero lo que no se puede negar es que el río sigue su curso y que quien quiere peces...

 


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