Así, Samsung prescinde del proveedor propio Samsung SDI, que fabricó el 70% de las baterías del fatídico Note 7. En cambio, Amperez Technology, encargado de fabricar el 30% de las baterías del Note 7 que no sufrieron incendios, seguirá contando a Samsung entre sus clientes.
Aunque Samsung no ha explicado oficialmente porque se produjo la segunda oleada de explosiones y sobrecalentamientos, la decisión de prescindir del proveedor de las baterías es la primera decisión tras el escándalo del ‘NoteGate’.