Snowden obligó a sus abogados a meter sus móviles en un congelador
Según la teoría de Michael Faraday, en el interior de un material conductor en equilibrio el campo electromagnético es nulo. Esto se debe a que el conductor, sometido al campo electromagnético externo, se polariza: se carga positiva y negativamente en ciertas zonas según la disposición de ese campo. Eso hace que se genere otro campo electromagnético equivalente y contrario al exterior, por lo que lo anula. Gracias a este efecto los rayos no afectan a los aviones, por ejemplo.
Y esta idea que tuvo, supuestamente, Snowden, vino por la creencia, bastante lógica, de que le estaban espiando. Muchos habrían apagado el móvil y ya está, pero se sabe que, aunque el móvil esté apagado, siempre puede quedar algún tipo de energía residual (por ejemplo la que mantiene el reloj en funcionamiento -aunque la hora cada vez es más controlada por Internet). Además, a través de la SIM el operador móvil también podría localizarte de manera aproximada.
Por eso un envase cerrado es la mejor manera de aislar tu dispositivo y polarizarlo. El frío no tiene nada que ver, y de hecho, la mejor forma que hubiese podido usar Snowden es envolver sus dispositivos apagados, preferiblemente con la batería quitada, en aluminio. Así estaría perfectamente aislado del exterior y se cortaría cualquier rastro posible de seguimiento.