La nueva empresa se quiere llevar bien con Francia, siempre reluctante a abrir su economía a agentes extranjeros
Nokia ha trasladado al gobierno francés su compromiso de dirigir la innovación en Francia como parte de la adquisición de Alcatel-Lucent. Otra de las “cláusulas” que le ha puesto el gobierno a Nokia es que no llevará a cabo despidos en su país, al menos durante dos años. A esta petición ha accedido Nokia, aún sabiendo que uno de los principales problemas de la unión es la reestructuración de plantilla.
En una nota de prensa Nokia ha confirmado una reunión entre Rajeev Suri, CEO de la compañía, y el Ministro de economía, industria y asuntos digitales francés, para aclarar el rol de la nueva empresa en el país. La finlandesa ha expresado a Francia que jugará un papel líder en las operaciones de I+D (R&D) del país. Esto se constata con el aumento de 500 puestos de trabajos más, de becas para 300 recién graduados y una duración de cuatro años.
“Nos centraremos, entre otras cosas, en el 5G y las Small Cells, además de en la seguridad y la privacidad”. Asimismo Nokia también ha prometido desarrollar el sistema de telecomunicaciones en Francia, invirtiendo 100 millones en infraestructuras para el IoT.
La transacción podría estar completada en el primer semestre de 2016, pero aún no se sabe pues todavía está pendiente de un número de condiciones. Es verdad que la operación está prácticamente cerrada tras la aprobación del gobierno francés y de la Comisión Europea, pero aún tiene que tratarse de forma oficial en la junta de accionistas.