La reticencia de los usuarios ha usar este servicio se debe a dos aspectos fundamentales. En primer lugar el técnico ya que la experiencia de usuario no es muy buena con cortes y mucha latencia. En segundo lugar el económico. La función de llamada de Whatsapp funciona a través de Internet por lo que o “tira” del Wi-Fi ( que en ese caso es gratuito si recibes o llamas bajo esta conectividad) o te gasta datos. Y no sólo gasta el emisor, sino el receptor también. Además, la voz es traducida a datos digitales con VoIP y factores como la cobertura, hablar mucho o poco, los ruidos de fondo... pueden provocar que el consumo se dispare.
Una llamada por WhatsApp de un minuto consume unos 500 kb. A diferencia de las llamadas tradicionales, en las que solo paga el emisor, en las de WhatsApp, tanto el emisor como el receptor «gastan» datos. Las llamadas perdidas, aunque poco, también consumen (100 kb, aproximadamente).