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La historia del Fiat Panda, el coche que motorizó Italia
La historia del Fiat Panda, el coche que motorizó Italia (Foto: Jorge El Busto)

La historia del Fiat Panda, el coche que motorizó Italia

El coche más vendido de la historia de Italia celebra este año su 45º aniversario

lunes 10 de marzo de 2025, 10:08h

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En 1980, tras un trabajo impecable por parte de Giugiaro, Fiat lanzó al mercado el Panda, un coche que albergaba un mundo de posibilidades pese a sus disminuidas dimensiones. Su versatilidad, su practicidad y su bajo coste de producción y mantenimiento propiciaron que este coche batiera récords de ventas en Italia. 45 años después de su lanzamiento, sigue siendo un símbolo que no deja de verse por nuestras carreteras.

Hay vehículos que dejan un legado imborrable en la industria automovilística debido a una diversidad de factores. El Bugatti Veyron, por ejemplo, batió todo tipo de récords en un coche de producción a principios del siglo XXI. El Porsche 911 demostró cómo una disposición de motor inédita podía llegar a ofrecer unas prestaciones y una experiencia de conducción lejos de cualquier tipo de lógica. El Jaguar E-Type tiene el privilegio de ser considerado por el mismísimo Enzo Ferrari como el coche más bonito de la historia.

No obstante, hay coches que saltan a la fama por motivos totalmente diferentes. Por su practicidad, por su tamaño y por su maniobrabilidad. Por una simplicidad y asequibilidad que llevó al fabricante a romper récords de ventas y, por ende, a terminar motorizando un país entero. A veces, no se necesitan cifras de infarto, diseños rompedores o motores en disposiciones inusuales para terminar dejando una huella imborrable en la industria automovilística. Y este es el caso del Fiat Panda: un vehículo simple, eficaz y del cual todo un país se terminó enamorando.

EL LÁPIZ DE GIUGIARO

La idea del Fiat Panda se concibe en plena crisis del petróleo en la década de los años 70, en una era en la que los clientes buscaban coches prácticos con un consumo minúsculo de combustible. Renault y Citroën habían dado con la fórmula del equilibrio entre tamaño y practicidad a través del Renault 4 y el Citroën 2CV, respectivamente, pero el Fiat 126 se quedaba muy escaso. Fiat recurrió a Italdesign con la idea de realizar un proyecto similar a estos dos coches, pero con una ejecución algo más moderna. Y no fue otro que el mismísimo Giorgietto Giugiaro quien se encargó de dibujar los primeros bocetos del Panda.

Primeros bocetos del Fiat Panda

Giugiaro había firmado ya proyectos de todo tipo desde su etapa en Grupo Bertone, abarcando desde el primer Volkswagen Golf hasta el Alfa Romeo Giulia Sprint GT. Además, más tarde en esa década, daría luz al BMW M1 y al Lancia Delta. Fiat pidió a Giugiaro crear un coche funcional, de bajo coste de producción, que pudiera adaptarse a diferentes casos de uso y solucionara las necesidades básicas de movilidad de la población italiana, desde familias modestas hasta, sencillamente, gente joven.

Giugiaro, fiel a su carácter minimalista, diseñó un coche de líneas rectas y superficies planas, con el objetivo de simplificar la producción lo máximo posible y de aumentar el espacio interior del coche. Utilizó materiales robustos como el acero estampado en el exterior, hierro fundido y aluminio para los componentes del motor, y además, lo equipó con neumáticos mixtos para que el Panda pudiera adaptarse tanto a entornos urbanos como rurales.

Plano del Fiat Panda

UN UTILITARIO PARA TODO TIPO DE USO

Fiat comenzó a comercializar el Panda en 1980 bajo el lema de “la grande utilitaria”, alegando que se trataba de un coche que abarcaba todo tipo de uso, desde ser un coche que permitía adentrarse por los rincones más estrechos de cada ciudad, hasta ser capaz de llevar seis maletas de equipaje de mano en el maletero, o transportar hasta a cinco personas al mismo tiempo. Además, los asientos frontales eran reclinables, y los asientos traseros eran abatibles e, incluso, más adelante, se podían hasta quitar, facilitando así un mayor espacio de carga o poder dormir en el coche. Así, el Panda se consolidó como un vehículo que excedía todo tipo de expectativas sobre lo que podía ofrecer un utilitario básico.

Gracias a su diseño robusto y su configuración con neumáticos mixtos, era un coche válido para transportar cargas, para una escapada de fin de semana o para andar por el campo. Y todo ello, preservando un coste de producción y venta ridículo que solucionaba las necesidades de la modesta población italiana. Su impacto fue similar al del Fiat 500 en su día, coche con el cual incluso la prensa italiana lo asoció, refiriéndose al Panda como un heredero natural del 500, pero con mucho mayor espacio y funcionalidad. Hubo detractores que se refirieron al Panda como un coche demasiado básico, pero eso era precisamente lo que la población italiana necesitaba: un coche versátil, simple, funcional y con un diseño minimalista que no envejeciera rápido.

LA CONSOLIDACIÓN INTERNACIONAL Y LA LLEGADA DEL 4x4

La respuesta del público italiano al Panda fue inminente: entre 1980 y 1983, se colocaron nada más y nada menos que medio millón de unidades, siendo ya el coche más vendido de Italia en tan solo su segundo año de producción. El éxito del Panda también llegó a países próximos como España o Alemania, y la versatilidad del modelo italiano dio un paso más allá cuando, en 1983, se presentó la versión 4x4, que se convirtió en el primer coche de motor delantero transversal en ofrecer tracción a las cuatro ruedas, además de ser el primer coche de menos de cuatro metros de largo que contaba con tracción integral.

Fiat Panda 4x4 (Autor: Jorge El Busto)

La versión base del Fiat Panda salió a la venta por un precio de 3.970.000 liras italianas, el equivalente a unos 5.000 euros de hoy en día aproximadamente, contando la inflación. Ahora mismo, el precio de un Panda actual parte de aproximadamente 13.000 euros, casi el triple, lo cual evidencia lo asequible que era obtener un Panda nuevo en su día. El Panda salió al mercado con un motor bicilíndrico de 652 centímetros cúbicos y 30 CV, procedente del Fiat 126, y un motor de cuatro cilindros, 0,9 litros y 45 CV, originario del Fiat 127. Alcanzaban humildes velocidades máximas de 115 y 140 kilómetros por hora, respectivamente. Más tarde, se agregarían diferentes motorizaciones, siendo la más popular la FIRE (Fully Integrated Robotized Engine) de 1986.

El motor FIRE, alimentado por carburador y de 999 centímetros cúbicos, otorgaba 50 CV y alcanzaba una velocidad máxima de 135 kilómetros por hora. Destacaba por su robustez, por su fácil mantenimiento, por su versatilidad a la hora de manejarse por terrenos complicados o por carretera, y, además, otros modelos de Fiat como el Uno, el Tipo, el Palio, el Strada o el Lancia Y10, entre otros, utilizaban este motor, lo cual favorecía la fácil obtención de recambios.

Dos unidades del Fiat Panda 4x4, el modelo por excelencia de St Moritz (Autor: Jorge El Busto)

La robustez del FIRE llevó a Fiat a utilizar ese motor en el 4x4, un vehículo que llevaba la versatilidad un paso más allá, incorporando un sistema de tracción integral desarrollado por la compañía austriaca Steyr-Daimler-Puch, encargada también de diseñar el primer boceto del Mercedes Clase G. La tracción integral se activaba mediante una palanca adicional en el interior del vehículo, lo cual propiciaba una mayor versatilidad, ya que el coche podía utilizarse como un tracción delantera convencional en ciudad, y un vehículo de tracción integral en terrenos más difíciles.

Además de la ya de por sí especial versión 4x4, aparecieron versiones limitadas con una puesta a punto mejorada, como la Trekking, la Piste Noire o la Val d’Isere. La más destacada fue la 4x4 Sisley, que contaba con rasgos distintivos, como una suspensión elevada, neumáticos de perfil más alto de la serie M+S (Mud and Snow, nieve y barro) de Pirelli, protectores adicionales en el paragolpes frontal y otra serie de detalles estéticos que mejoraban tanto la apariencia como la funcionalidad del vehículo.

Fiat Panda 4x4 Sisley

EL MITO CONTINÚA

Su diseño sería tan atemporal que la primera generación del modelo duraría hasta 2003, habiéndose vendido casi 4 millones y medio de ejemplares desde su lanzamiento. La segunda generación, que salió a la venta en 2004, optaba por unas líneas más redondeadas y una carrocería algo más alta, favoreciendo así el espacio habitable. Incluía, además, un modo city que permitía ajustar la asistencia de la dirección asistida eléctrica, propiciando una conducción más cómoda a bajas velocidades. El año de su lanzamiento, 2004, fue galardonado como el coche del año en Europa.

Esta generación también fue testigo del Panda 100hp, un Panda con pasos de rueda visiblemente ensanchados que ofrecía una motorización de 1,4 litros, 16 válvulas y 100 CV, una potencia nunca antes vista en un Panda. Además, se endurecieron la suspensión y la dirección, se mejoraron los frenos y se rebajó la altura libre al suelo, propiciando una experiencia de conducción más deportiva. Y todo ello, preservando unos consumos ridículos.

Fiat Panda segunda generación (Autor: Jorge El Busto)

Finalmente, el Panda de tercera generación, que se comercializa desde 2012, refinó más el diseño de la segunda generación, optando por líneas aún más redondeadas y realizando pequeñas modificaciones estéticas. Las más relevantes son el ensanchamiento y alargamiento de la carrocería (11 centímetros más largo y una distancia entre ejes 5 centímetros mayor). Al ya presente modo City, se le suman una serie de sistemas de ayuda a la conducción comunes en los coches de hoy en día, como asistente de arranque en pendiente, detección de obstáculos y frenada autónoma a baja velocidad, además de un sistema de infoentretenimiento con reconocimiento por voz.

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Si bien la tercera generación no cuenta con una versión de 100 CV, se siguen manteniendo las versiones de tracción integral, incluyendo una versión 4x4º, en honor al 40º aniversario del 4x4, limitada a 1983 unidades, su año de lanzamiento. Además, siguiendo la tendencia de introducir acabados de plástico para dar un formato “SUV” a utilitarios, se ha introducido la versión Cross, que mantiene los rasgos estéticos de la versión 4x4, pero contando únicamente con tracción delantera.

A día de hoy, el Panda sigue copando las listas de venta en el mercado automovilístico italiano. No siempre son las cifras lo que te puede catapultar a dejar un legado imborrable en la industria automotriz. A veces, solo basta con un diseño que solvente una serie de necesidades demandadas por un gran grupo de personas.

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