Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la mejora de los sistemas de iluminación trasera inteligentes podría reducir drásticamente la siniestralidad de las colisiones traseras; algo fundamental si queremos alcanzar el objetivo europeo para 2030 (reducir a la mitad las víctimas de accidentes), que ahora mismo parece inalcanzable.
Las estadísticas son escalofriantes: según datos de la DGT, solo en España, más de 1.500 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en 2023. Y una de las causas más comunes detrás de estas tragedias son las colisiones traseras, que representan cerca del 30 % de todos los accidentes de tráfico en España. Estas cifras alarmantes se deben, en gran parte, al factor humano y al tiempo de reacción limitado de los conductores ante situaciones inesperadas.
Vivimos en un mundo de prisas, bombardeados por estímulos constantes moviéndonos a un ritmo frenético y saltando de una tarea a otra: ¿has recogido a los niños del kárate?, ¿has comprado el pan?, ¿¡cómo que la reunión se ha adelantado!?
No damos abasto, porque nuestra mente tiene un límite de los estímulos a los que puede responder: los semáforos, los peatones, los móviles, los ruidos del tráfico y de la ciudad. Y nuestra atención se resiente.
Seguro que también te ha pasado algo parecido: estás conduciendo a casa después de un largo día de trabajo, sientes el cansancio acumulado y solo quieres llegar y desconectar. De repente, un ligero destello justo por el rabillo del ojo te alerta de que el vehículo delante de ti está frenando bruscamente. La intensidad del estímulo afectará a tu velocidad de reacción. Si tus reflejos tardan más de un segundo en reaccionar, el golpe será inevitable.
En esos milisegundos cruciales, evitar un accidente mortal depende de tu capacidad de reaccionar a tiempo. Un accidente no suele tener una sola causa, sino que es una acumulación de pequeños descuidos, distracciones y factores que se combinan para crear una situación potencialmente trágica.
Una nueva tecnología ha venido a mejorar la seguridad vial y salvar cientos de vidas en nuestras carreteras
Se trata de los Frenos Inteligentes Traseros (IRL, Intelligent Rear Lights), una tecnología patentada innovadora que podría reducir uno de los accidentes evitables más comunes y trágicos: las colisiones traseras.
Esta tecnología de vanguardia utiliza un sistema para detectar la intensidad del frenado del vehículo y ajustar dinámicamente la intensidad lumínica y los patrones de iluminación de los faros traseros.
![Imágenes del sistema IRL iluminado a baja y a media intensidad](https://www.zonamovilidad.es/fotos/editor/35857/1719858454_sistema-irl-iluminado.jpg)
Además, el sistema incorpora luces de marcha atrás inteligentes que señalizan dinámicamente la trayectoria del vehículo durante el estacionamiento, lo que mejora la seguridad de los peatones y demás vehículos en el entorno.
¿Cómo funciona exactamente esta tecnología?
El sistema IRL se compone de un sensor de intensidad de frenada que detecta el grado de frenada que se está realizando, un módulo de modulación y control que convierte la señal de la frenada en una señal eléctrica para alimentar las luces de freno de los faros traseros, y conexionados electromecánicos que conectan todos los componentes entre sí y con el control del vehículo.
Ante una frenada de emergencia extrema, el sistema activará al máximo la iluminación e intensidad de las luces de freno, y también se activarán simultáneamente todos los intermitentes del vehículo, alertando de manera contundente a los conductores circundantes.
Además, el diseño de los IRL permite que de forma sencilla se puedan integrar y combinar las últimas tecnologías en seguridad del automóvil: sensores de proximidad, cámaras de visión trasera, sensores de luminosidad, etc. Al ajustar automáticamente su intensidad y patrón de iluminación, los IRL evitan deslumbrar a otros conductores y mejoran la visibilidad en distintas condiciones ambientales.
Cuando se complementan con sensores de proximidad y cámaras, estas tecnologías se potencian mutuamente, ampliando el campo de visión del vehículo y alertando al conductor sobre peatones, obstáculos u otros vehículos en ángulos ciegos o de baja visibilidad. Además, los sensores de luminosidad permiten adaptar los niveles de iluminación trasera según la luz ambiental, optimizando el consumo energético.
Esta combinación sinérgica de tecnologías de seguridad activa y pasiva crea un entorno más seguro en la carretera
Esta combinación sinérgica de tecnologías de seguridad activa y pasiva crea un entorno más seguro en la carretera, reduciendo el riesgo de colisiones y mejorando la visibilidad tanto para el conductor como para el resto de los usuarios de la vía.
Con toda esta información visual, el conductor que sigue al vehículo puede reaccionar adecuadamente, evitando colisiones traseras y reduciendo el tiempo de respuesta vital en situaciones de emergencia.
El inventor de esta tecnología patentada, Juan Pedro Navarro, cuenta la siguiente anécdota: “Recuerdo claramente la noche en que casi me convierto en otra estadística más de colisión trasera. Estaba conduciendo de vuelta a casa después de un largo día de trabajo, cuando de repente, el vehículo que me precedía frenó bruscamente. A pesar de mi experiencia al volante, mis reflejos no fueron lo suficientemente rápidos, y solo una maniobra evasiva de último segundo evitó lo que podría haber sido un accidente fatal. Fue en ese momento cuando me di cuenta de la importancia crucial de contar con sistemas de seguridad avanzados que puedan complementar nuestras limitaciones humanas.”
Este sistema no solo se puede implementar en modelos de vehículos nuevos o en producción, sino que mediante ligeras variaciones se podría adaptar a los vehículos que ya están en el mercado.
Los expertos que han revisado los IRL coinciden en que este sistema representa un avance significativo en materia de seguridad vial, con el potencial de reducir los accidentes en condiciones de visibilidad reducida.
Pero ¿qué hay de las previsiones a largo plazo?
La industria automotriz ha depositado grandes esperanzas en los vehículos autónomos como la solución definitiva para eliminar los accidentes de tráfico. Según los estudios de la DGT, se calcula que cerca del 90% de los accidentes son debidos a errores humanos, por lo que sería lógico deducir que la implementación generalizada de vehículos autónomos intercomunicados podría reducir enormemente la cifra de accidentes de tráfico mortales a nivel mundial.
A pesar de los avances tecnológicos en este sentido, queda un largo camino por recorrer antes de que los vehículos autónomos sean una realidad accesible y generalizada en nuestras carreteras. Según los expertos, podrían pasar de 10 a 15 años antes de que veamos una adopción masiva de esta tecnología. Y cuando llegue, el factor humano seguirá siendo una variable a tener en cuenta. Mientras tanto, es imprescindible contar con todas las herramientas disponibles para mejorar la seguridad vial y reducir el número de víctimas.
Los Frenos Inteligentes Traseros representan un paso importante en esa dirección, ofreciendo una solución barata, práctica y accesible que podría evitar miles de accidentes de proximidad y salvar cientos de vidas en nuestras carreteras.
![](https://www.zonamovilidad.es/fotos/editor/35857/1719996280_sistema-irl-iluminado5.jpeg)
Más allá del dinero y de las cifras
Es razonable suponer que la adopción de la tecnología IRL se traducirá en ahorros sustanciales para las compañías de seguros y los conductores, al disminuir los costosos accidentes por alcance. La implementación generalizada de los IRL podría reducir enormemente el pago de indemnizaciones por colisiones traseras.
Pero más allá de las cifras y los números, lo que verdaderamente importa son las vidas que podrían salvarse gracias a esta innovación. Cada vida perdida en nuestras carreteras es una tragedia que deja un vacío irreparable en familias y comunidades enteras.
Según los informes de siniestralidad que anualmente publica la DGT, en los últimos años, no se ha logrado una reducción significativa en el número de accidentes y víctimas mortales.
Es hora de seguir tomando medidas concretas y tangibles para poner fin a esta crisis. Los Frenos Inteligentes Traseros representan un primer paso crucial hacia un futuro más seguro en nuestras vías, un futuro donde los accidentes de tráfico mortales sean un recuerdo del pasado.
Mientras esperamos la llegada de los vehículos autónomos y otras tecnologías disruptivas, debemos ayudar a los conductores a llegar a casa sanos y salvos con todas las soluciones tecnológicas y reglamentarias que sean necesarias.
Los Frenos Inteligentes Traseros son una de esas soluciones, una tecnología probada y lista para ser implementada que podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
![Simulación de la instalación de unos faros IRL en un BMW M3](https://www.zonamovilidad.es/fotos/editor/35857/1719858538_sistema-irl-instalado-bmw-m3.jpeg)
Así que, la próxima vez que te subas a tu vehículo, piensa en el potencial que tienen la tecnología IRL para salvarte a ti y a tus seres queridos. Únete a la creciente demanda de conductores conscientes que exigen una mayor seguridad en nuestras carreteras, y juntos podremos hacer realidad el sueño de un tráfico sin víctimas mortales.
Conclusiones
Es razonable concluir que la mejora de la iluminación general, incluyendo la trasera, podría contribuir a reducir los accidentes, especialmente aquellos que ocurren en condiciones de baja visibilidad. La implementación de tecnologías avanzadas de iluminación puede ser una medida eficaz para mejorar la seguridad vial y reducir la siniestralidad.
La DGT da algunas claves
El “Estudio sobre la efectividad de los sistemas de seguridad en los distintos vehículos sobre el riesgo de accidentes o lesión” presentado por la DGT en 2022 permite inferir algunas conclusiones generales sobre el uso de sistemas de iluminación dinámica en los vehículos. Según este estudio, la iluminación dinámica tiene el potencial de reducir hasta un 40% de los accidentes en condiciones de visibilidad reducida en España.
Se estima que la reducción de fallecidos (peatones y ocupantes) podría llegar al 84% en estas condiciones. Los datos indican que casi el 40% de los accidentes de tráfico con víctimas ocurren por la noche, aunque el tráfico es significativamente menor en comparación con el día.
Los sistemas de iluminación más modernos, como los faros matriciales de LED y otros sistemas de iluminación adaptativa, mejoran significativamente la visibilidad nocturna, maximizando la capacidad de iluminación sin comprometer la seguridad de otros conductores.