La Segunda República y la Guerra Civil Española transformaron Hispano-Suiza, afectando su producción y gestión. La empresa fue nacionalizada tras la guerra, dando paso a ENASA. En tiempos recientes, la marca ha renacido con modelos eléctricos de lujo, fusionando su rica herencia con tecnología moderna y sostenibilidad.
TRANSFORMACIONES Y DESAFÍOS DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
El 14 de abril de 1931, con la proclamación de la Segunda República Española, Hispano-Suiza perdió a uno de sus “padrinos” más destacados, el rey Alfonso XIII, quien se exilió. El nuevo gobierno republicano decretó que la bandera tricolor republicana (rojo, amarillo y violeta) sustituyera a la monárquica (rojo, gualda y rojo) en el escudo de los vehículos Hispano-Suiza producidos en Barcelona.
Este cambio de régimen afectó rápidamente a la imagen de Hispano-Suiza, que estaba asociada con la aristocracia y la burguesía. Las dificultades para la importación de materias primas, a raíz de nuevas trabas burocráticas, redujeron la producción y las ventas en España. Sin embargo, la situación fue diferente en Francia, donde la marca disfrutaba de un gran prestigio y ventas elevadas.
La fábrica de Guadalajara se vendió a Fiat S.p.A., aunque Hispano-Suiza mantuvo la sección de aviación hasta su traslado a Alicante durante la Guerra Civil.
Durante 1931, 1932, 1933 y años posteriores, se presentaron en la fábrica de Barcelona varios modelos: el tipo 60, de 20 CV; el T64, de 6 cilindros, con dimensiones de 90 x 120, del cual se produjeron pocas unidades; el 56 bis, disponible en versión estándar y en el tipo Grand Sport con un chasis extra bajo de 36 CV. Todos estos modelos tenían seis cilindros y un comportamiento excelente.
En 1932, se lanzó un modelo no diseñado por Birkigt, el T60. Este modelo se distinguía por su árbol de levas lateral y válvulas en culata operadas por empujadores y balancines. Además, es el primer Hispano-Suiza con el volante a la izquierda. Este modelo fue sustituido en 1934 por el T60 RL, con un diseño más conservador, y finalmente en 1939 por el T60 RLA, basado en el modelo anterior, pero con un bastidor más largo y motor adelantado.
El 7 de diciembre de 1935, fallece Damián Mateu, líder de la compañía, víctima de una rápida enfermedad. Mateu fue una figura clave en la fundación y consolidación de Hispano-Suiza. Su hijo, Miguel Mateu, asumió la presidencia en un contexto desfavorable y prebélico, que desembocó pocos meses después en la Guerra Civil Española.
Con el levantamiento militar contra el gobierno de la Segunda República en julio de 1936, la CNT tomó el control de la empresa. Posteriormente, el gobierno de la Generalidad de Cataluña nacionalizó las fábricas catalanas de la marca, legalizando la gestión obrera a través de comités de trabajadores.
Un comité revolucionario de trabajadores se apoderó de la fábrica de Hispano-Suiza, y el administrador, Manuel Lazaleta, fue asesinado
Un comité revolucionario de trabajadores se apoderó de la fábrica de Hispano-Suiza, y el administrador, Manuel Lazaleta, fue asesinado. Los consejeros de la empresa cruzaron la frontera y se exiliaron en Francia. Miguel Mateu fue detenido en la frontera de Gerona, pero gracias a la intervención del cónsul francés, pudo salvar su vida y exiliarse. Desde el exilio, Mateu planificó la apertura de una fábrica en Sevilla para la fabricación y reparación de aeronaves para la aviación del general Francisco Franco.
La fábrica de Barcelona, bajo control de los trabajadores, comenzó a producir vehículos blindados. La maquinaria de la fábrica de Guadalajara fue trasladada a un taller en Alicante, donde se utilizó para reparar aviones soviéticos que participaban en la guerra en el bando republicano.
El 1 de abril de 1939, se da por terminada la Guerra Civil Española, y Franco entra oficialmente en Madrid a bordo de un Hispano-Suiza durante el desfile de la victoria celebrado el 19 de mayo de 1939.
RECONSTRUCCIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE HISPANO SUIZA: DE LA POSGUERRA ESPAÑOLA A LA NACIONALIZACIÓN
Cuando terminó la contienda, Hispano-Suiza recupera las fábricas de Barcelona y Guadalajara, pero esta última estaba completamente desmantelada.
En 1940, Birkigt, junto con su hijo, vuelve a Barcelona para ayudar a Miguel Mateu en el intento de reflotar la compañía. Padre e hijo trabajaron en el desarrollo de un motor para camiones, dadas las urgentes necesidades del país, el llamado Tipo 66, además del proyecto de un cañón.
La empresa se dividió en tres secciones: una dedicada a la aviación, cañones y material militar; otra a automóviles y camiones y una tercera que se denominó "Hijo de Miguel Mateu S. A." para la producción de máquinas-herramienta. En 1944 salió el camión Tipo 66 G (antecesor del Pegaso I) de excelentes cualidades. Sobre su chasis se montaron camiones 4X4, furgones, autobuses, trolebuses y trolecares. Asimismo se reanudó la producción de dos modelos anteriores a la guerra civil, concretamente los turismos T49 hasta 1944 y el T60 hasta 1945.
Fue precisamente en Barcelona donde Birkigt recibe en enero de 1945 la grata noticia de que en su país natal había sido nombrado Doctor Honoris Causa por el Instituto Politécnico de Zúrich. Asimismo, había sido condecorado tanto en España, con la Gran Cruz de Isabel la Católica y la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, como en Francia con la Legión de Honor de la República Francesa. Dada la inminente desaparición de la Hispano-Suiza española, Marc Birkigt vuelve a Suiza para reorganizar la empresa que había fundado unos años atrás, "La Hispano-Suiza (Suisse), S. A.", la cual reorientó hacia la producción de máquinas-herramienta, dejando a su hijo Louis a cargo de la misma, al tiempo que su yerno Maurice se hacía con la dirección general de la factoría francesa. Aunque se retiró a un segundo plano, Marc Birkigt se interesaba por la marcha de ambas empresas y se instaló definitivamente en Versoix, cerca de Ginebra, donde fallecería el 15 de marzo de 1953.
El empobrecimiento y aislamiento internacional de España se hizo cada vez más patente en el periodo autárquico de posguerra, lo que unido a los altos aranceles de importación y escasez de materias primas, así como a los altos costes de exportación de automóviles manufacturados, provocaron que las ventas dentro de España se redujesen notablemente.
Por lo tanto, el mercado interior se fue quedando muy reducido, mientras que el acceso al exterior se vio imposibilitado por los altos impuestos que la marca tenía que pagar y el reducido capital del que disponía Hispano-Suiza después de la guerra.
En 1946, Franco nacionaliza Hispano-Suiza y se funda la empresa nacional ENASA, que adquirió las fábricas y patentes de Hispano-Suiza y que fabricó automóviles bajo la marca Pegaso
El régimen franquista consideró que la máxima eficiencia en la construcción de camiones sólo se conseguiría con una gran empresa nacional y nacionalizada. Es por ello que intervino en 1946, después de presionar a sus propietarios para que accedieran a vender Hispano-Suiza al recién creado Instituto Nacional de Industria (INI), logrando finalmente sus objetivos. Se funda así la empresa nacional ENASA, que adquirió las fábricas y patentes de Hispano-Suiza y que fabricó automóviles bajo la marca Pegaso. Hacia 1956 se formaría una pequeña empresa de microcoches basada en unas pocas herramientas y maquinaria que no fue vendida a ENASA, llamada Fábrica Hispano.
En Francia se reprodujo la situación española; durante la Segunda Guerra Mundial, la fábrica de Hispano-Suiza empezó a construir únicamente motores y piezas para aviones, dejando de producir automóviles, alcanzando grandes logros durante el conflicto bélico. Como consecuencia de la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial, se produce entre las dos sociedades la separación definitiva a partir de la nacionalización de la parte francesa, que conduciría a la situación actual.
LOS CONCEPTUALES DE MAZEL
Entre finales de la década de los 90 y principios de los 2000, Mazel Ingenieros, una consultoría que ofrecía servicios de ingeniería a empresas del sector automotriz, pidió permiso a la familia Suqué Mateu para realizar una serie de vehículos conceptuales bajo el nombre Hispano Suiza.
El primero de estos modelos fue el HS21, basado en el chasis de un Renault Spider. Este HS21 se presentó en el GIMS (Geneva International Motor Show) en el año 2000. Desarrollado bajo la dirección de Mazel y diseñado por Francisco Villafañez, el modelo se concibió como un automóvil conceptual de alto rendimiento, orientado hacia el lujo y la exclusividad. El HS21 exhibía un diseño futurista con líneas elegantes y aerodinámicas. Su perfil bajo y su carrocería amplia evocan tanto deportividad como sofisticación. Los faros y las rejillas recuerdan a los modelos clásicos de Hispano-Suiza, fusionando lo histórico con lo contemporáneo.
Aunque el HS21 fue presentado principalmente como un concept car, se diseñó para incorporar tecnologías avanzadas. Estaba pensado para poder portar un V12 de 6.0 litros, equilibrio que prometía un rendimiento impresionante combinado con características de lujo.
Por otro lado, en el año 2001, Mazel presentó en el GIMS el K8, una berlina de lujo de casi cinco metros de longitud, destacando por su diseño innovador y lujoso.
El Hispano-Suiza K8 posee un diseño exterior que fusiona elementos clásicos con un estilo moderno y aerodinámico. Una característica distintiva es la ubicación de la cigüeña, símbolo icónico de la marca, que se trasladó de su tradicional posición en la parte superior del radiador a las aletas delanteras, junto a los intermitentes laterales. El diseño incluye un montante trasero encargado de dar rigidez al monocasco, permitiendo la eliminación del pilar central y facilitando la apertura de las puertas en sentido opuesto, lo que proporciona un acceso excepcional al interior del vehículo.
Para impulsar este lujoso modelo, Mazel propuso un motor V8 de 4.2 litros capaz de generar 360 CV, combinado con un sistema de tracción integral y una transmisión secuencial de seis velocidades. Este conjunto prometía un rendimiento elevado, acorde con la tradición de la marca en cuanto a potencia y sofisticación.
Como último modelo conceptual de Hispano Suiza, Mazel presentó el HS21-GTS. Diseñado como una evolución del HS21, con un enfoque más deportivo y refinado. El HS21-GTS presenta un diseño aerodinámico y agresivo, con líneas fluidas que acentúan su carácter deportivo. La carrocería estaba hecha de materiales ligeros y avanzados, que no solo mejoran el rendimiento sino que también refuerzan la estética de lujo del vehículo. Los detalles de diseño incluyen entradas de aire optimizadas y un perfil bajo, elementos que mejoran tanto la eficiencia aerodinámica como el atractivo visual.
Uno de los aspectos más destacados del HS21-GTS es su rendimiento. El automóvil está equipado con un potente motor V10, diseñado para ofrecer una potencia impresionante y una aceleración rápida. Además, incorpora una suspensión avanzada y una aerodinámica activa, que ajusta el flujo de aire para optimizar la estabilidad y el manejo a altas velocidades.
LA ACTUALIDAD DE LA FIRMA DE LA CIGÜEÑA
En la actualidad, Hispano Suiza, todavía a cargo de los Suqué Mateu, se encuentra en una situación relevante, ya que, además de celebrar su 120 aniversario desde su renacimiento, ya han fabricado 3 modelos.
En 2019, en el Salón del Automóvil de Ginebra, Hispano-Suiza presentó el Carmen, un modelo eléctrico de alto rendimiento que simboliza la fusión de la tradición y la innovación. Inspirado en el Hispano-Suiza H6C Dubonnet Xenia de 1938, el Carmen destaca por su diseño aerodinámico y elegante, junto con un potente sistema de propulsión eléctrica que ofrece un rendimiento impresionante. Con una producción limitada, el Carmen representa un enfoque moderno hacia la movilidad sostenible sin comprometer el lujo y la exclusividad, atributos históricos de la marca.
En 2020, Hispano-Suiza amplió su línea con el Carmen Boulogne, una variante más deportiva del Carmen original. Esta versión incluye mejoras en la potencia del motor eléctrico y una reducción de peso, lo que refuerza su carácter de alto rendimiento. El Carmen Boulogne se distingue por su diseño aún más dinámico y detalles que rinden homenaje a la historia de carreras de la marca en la década de 1920, particularmente en las competiciones de Boulogne.
Por último, apenas hace un mes, presentaron la tercera y última evolución de Carmen, el Sagrera. Representando la celebración del 120 aniversario de la marca, se coloca como un modelo aún más enfocado en pista que el Boulogne, pero totalmente utilizable en el día a día y en la calle. Se diferencia del Boulogne por sus aditamentos aerodinámicos, mejorando el diseño y la misma aerodinámica. En la parte de propulsión se incluye una batería de nueva factura de 102 kWh y 4 motores hallados en las ruedas traseras, permitiendo alcanzar los 1100 CV de potencia al Carmen Sagrera. En el recién celebrado Goodwood Festival of Speed 2024, Hispano Suiza presento al público el Sagrera coincidiendo con su 120 aniversario, además de correr en una de las hillclimbs más afamadas del mundo.
La reactivación de Hispano-Suiza no solo se centra en la creación de vehículos de lujo, sino también en la recuperación de su identidad histórica. La marca ha trabajado para conectar su rica herencia con la vanguardia tecnológica actual, utilizando materiales modernos y procesos de fabricación innovadores. Además, Hispano-Suiza ha reafirmado su compromiso con la producción artesanal, asegurando que cada vehículo sea una obra de arte personalizada y exclusiva.
Este renacimiento ha posicionado a Hispano-Suiza como un competidor en el nicho de los automóviles eléctricos de lujo, compitiendo con otras marcas de alta gama que también están explorando la electrificación. A medida que la industria automotriz global se mueve hacia un futuro más sostenible, Hispano-Suiza está aprovechando esta oportunidad para introducir su nombre en el mercado, combinando su prestigio histórico con las demandas contemporáneas de eficiencia energética y rendimiento.
Hispano Suiza Maguari HS1 GTC, ¿relacionado con la firma?
Por otro lado, en los últimos años se ha oído hablar sobre un Hispano Suiza Maguari HS1 GTC, un superdeportivo todavía en fase conceptual de motor central con un V10 de 1200 CV. Cabe decir que este modelo no tiene relación con la firma española, pero ¿por qué lleva el nombre Hispano Suiza?
La empresa que hay detrás del HS1 se trata de Hispano Suiza Automobilmanufaktur AG, una empresa suiza que inició sus operaciones en 2010. Según ellos, afirman haber obtenido el derecho a utilizar el nombre "Hispano Suiza" a través de una resolución judicial, tras la extinción de los derechos de los antiguos propietarios. Por lo que, en definitiva, la Hispano Suiza legítima es la española.