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El mapa de las redes en el mundo

miércoles 22 de octubre de 2014, 13:04h

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Si existe un mercado que no para de crecer en todo el mundo, a pesar de la difícil situación económica que aún vive el planeta, ese es, sin duda, el de acceso a los servicios de la Sociedad de la Información, es decir, las redes de banda ancha, ya sean móviles o fijas. Tecnologías como la fibra óptica o LTE se convierten en la gran esperanza para este sector. El mapa cambia día a día, analicemos su situación actual.

Según un reciente informe publicado por la ONU, en la tierra viven 6.896 millones de personas, de las cuales, más de 2.000 millones son internautas, es decir, un 29% de la población mundial o uno de cada tres humanos. Por su parte, la telefonía móvil tiene aun mayor protagonismo con una penetración de siete de cada diez personas.
Estos datos cobran mayor relevancia si se tiene en cuenta que a principios del año 2000 había sólo 500 millones de suscripciones móviles en todo el mundo y 250 millones de usuarios de la Red, lo que significa que, en una década, el dato se ha multiplicado por diez, alcanzando los 5.000 millones en telefonía móvil, y se ha cuadruplicado si hablamos de internautas, la mayoría de los cuales, el 57%, vive en países en desarrollo.


Por otro lado, la ITU asegura que para finales de 2010 unos 82 países ya contaban con estrategias oficiales para desarrollar la banda ancha, centrándose en mejorar los servicios públicos que se pueden ofrecer on line. Y es que, en la mitad de estos países el acceso a Internet a través de banda ancha se considera un servicio universal.
Es más, para la Comisaria de Agenda Digital Europea, Neelie Kroes, “la banda ancha rápida es oxígeno digital, vital para la prosperidad y el bienestar de Europa. Por eso, la Comisión, aunque pone buena nota al despliegue de banda ancha en el continente, no renuncia a pedir más compromiso a los estados miembros porqué aún quedan lejos los objetivos de la Agenda Digital: tener en 2020 un mínimo de 30 Mbps para todos los europeos y que la mitad de los hogares disponga de velocidades superiores a 100 Mbps”.

DSL mantiene su corona
De acuerdo con el informe “La Sociedad de la Información en España 2010”, publicado por Telefónica, durante los primeros años de difusión de Internet, las infraestructuras tradicionales de cobre de telefonía fija fueron las encargadas de facilitar este servicio a los ciudadanos. “Estas infraestructuras permitían el acceso a los servicios básicos de aquel momento, pero en poco tiempo se mostraron incapaces de soportar las necesidades en cuanto a velocidad de transmisión de datos de los servicios que han ido surgiendo desde entonces”. En la actualidad, el incremento de contenidos multimedia así como el rápido desarrollo de servicios de vídeo en Internet está haciendo que las características de las redes sean aún más exigentes y, por lo tanto, que sea preciso realizar una inversión en infraestructuras importante para poder satisfacer las necesidades crecientes de ancho de banda.
Según el informe, en un principio, la banda ancha utilizaba exclusivamente redes fijas, ya sean de cobre (gracias a las tecnologías xDSL que amplían su capacidad para transmitir datos), cable o fibra. En los últimos años se ha producido un cambio fundamental en este comportamiento y la irrupción de tecnologías móviles que permiten la transmisión en banda ancha ha cambiado el panorama hasta el punto que, en la actualidad, en el mundo existe un mayor número de subscriptores de banda ancha móvil que de fija y esta brecha aumenta año tras año.
De acuerdo con Telefónica, dentro de las tecnologías fijas de banda ancha, el DSL sigue siendo la más utilizada en el mundo, representando el 58% del total, debido a los inferiores costes de despliegue al poder reutilizarse la red tradicional de telefonía. Europa es actualmente la zona geográfica del planeta en la que la banda ancha fija tiene los tres países con mayores tasas de penetración (Holanda, Dinamarca y Suiza), todos ellos con más de un línea por cada tres habitantes. Así, de acuerdo con un reciente estudio de la OCD, en julio de 2010 había alrededor de 128 millones de líneas en la UE, con 9 millones de nuevas líneas añadidas desde julio de 2009, y los Países Bajos y Dinamarca siguen siendo los líderes mundiales en penetración de banda ancha, con casi 40 líneas por cada 100 ciudadanos, lo que equivale al 80 % de los hogares.
Asimismo, nueve países de la UE (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Suecia y Reino Unido) tienen niveles de penetración de la banda ancha superiores a los de los Estados Unidos, donde la tasa es de 27 suscripciones por 100 habitantes.
Por su parte, en España, la penetración de banda ancha fija, según las estadísticas de la Comisión, es del 22,3%, algo por debajo de la media europea que se sitúa en un 25% y de la media de la OCDE (24,2).

El 80% de las conexiones de fibra son asiáticas
En esta progresiva expansión de la banda ancha por todo el mundo, la fibra óptica se está haciendo cada vez con una porción más grande del mercado. Según un informe de la  empresa Point Topic, en el primer trimestre del año los usuarios de cable crecieron en 2,5 millones, mientras que los de fibra óptica lo hicieron en 4,2 millones, aunque también es importante señalar que el 80% de las conexiones con fibra se hacen desde Asia, región donde más están invirtiendo en su despliegue, particularmente en China, Japón y Corea del Sur. En total, esta región del mundo suma 35 millones, siendo 16,7 millones de China (el 40% del total mundial), 12 millones de Japón (29% del total) y 5,4 millones de Corea del Sur (13% del total).
No obstante, el ADSL sigue siendo el modo de acceso predominante, con más de 61% de las conexiones totales, mientras que el cable supone el 21% y la fibra sólo el 11%.
Uno de los principales obstáculos a los que se enfrenta el desarrollo de este tipo de redes es la falta de regulación a la hora de realizar grandes despliegues de infraestructura de fibra, debido a su alta inversión. Según Point Topic, es muy complicado convencer a los operadores si no tienen garantizado el retorno de la inversión, por lo que, sin ayuda económica por parte de los gobiernos, puede pasar mucho tiempo hasta que los usuarios puedan acceder a este tipo de banda ancha. Y es que, en un momento en el que los presupuestos no se caracterizan precisamente por su abundancia, puede parecer un derroche, pero es importante reflexionar que lo que se encuentra en juego, la renovación de las infraestructuras de telecomunicaciones, es el sistema principal de un país.

El móvil disminuye el ‘Gap’
Según el informe de Telefónica, la telefonía móvil continúa su consolidación como el servicio de acceso con mayor número de usuarios con un ratio de 68 subscriptores por cada 100 habitantes, y es, además, el servicio que muestra un mayor crecimiento durante el último año. En las zonas más desarrolladas del planeta el número de terminales móviles activos supera al número de habitantes e incluso hay algunos países donde se alcanza un ratio 2 a 1, aunque son los países en vías de desarrollo los que están siendo el verdadero motor de este crecimiento. Así, si en el año 2005, más de la mitad de los teléfonos móviles se encontraban en países desarrollados, solo cuatro años más tarde esta cifra ha descendido hasta el 30%, de hecho, ahora se sitúa en el 70% en países en vías de desarrollo. La rápida adopción de la telefonía móvil por estos países está siendo uno de los motores de su desarrollo y ello puede contribuir a reducir el gap (la brecha) entre ambos mundos.

LTE: 128 redes en 52 países
El alto crecimiento de la demanda de banda ancha móvil está acelerando el despliegue de soluciones móviles de alta velocidad que, como HSPA+, ofrecen varias decenas de megabits por segundo. Pero, sin lugar a dudas, será con la expansión de LTE durante los dos próximos años cuando las redes móviles alcancen su máxima capacidad. La apertura comercial de la primera red móvil LTE (Long Term Evolution) del mundo en Noruega y Suecia en diciembre de 2009 por TeliaSonera, su despliegue en EE.UU y en varios países de Asía, así como la evolución de WiMAX, ya están marcando la entrada a la cuarta generación de las comunicaciones móviles. Y es que, el crecimiento imparable del tráfico de datos móvil y la demanda de más capacidad y velocidad por parte de los usuarios, están obligando a las empresas a actualizar y mejorar sus servicios con nuevas tecnologías que permitan el acceso a todo tipo de contenidos y aplicaciones con altos niveles de calidad y fiabilidad.
Según la Asociación Global de Operadores Móviles (GSMA), la tecnología 4G ha sido calificada como la más rápida en expandirse en la historia de las telecomunicaciones. Es más, en su evolución han superado a las tecnologías HSPA de tercera generación (3G+) móvil. De acuerdo con el informe de GSMA, ya existen 128 operadores que disponen de una infraestructura LTE en 52 países y, en 12 de ellos, los operadores ya han lanzado sus ofertas comerciales. Según estimaciones de la asociación, al finalizar 2012 existirán 64 ofertas comerciales de banda ancha móvil ultrarrápida.
Sin embargo, la situación en España no es tan optimista. Movistar, que en septiembre de 2009 inició sus pruebas piloto con redes de cuarta generación pero habrá que esperar aún unos meses a que se repartan las frecuencias, se publique la regulación, se desplieguen las infraestructuras y se renueve el parque de móviles (de cualquier tipo, no sólo teléfonos) para poder decir que somos un país inmerso en la nueva generación.
Mientras todas estas tecnologías llegan a nuestras vidas, es importante recordar que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones tienen muchos efectos económicos que, directa o indirectamente, pueden aumentar el bienestar y facilitar el desarrollo socioeconómico. De hecho, por cada millón de euros que se invierte en TIC, se crean 33 puestos de trabajo.

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