Prueba Emporia Elegance. Útil, fácil y con clase

En un principio, siempre dijimos que ese tipo de móviles salía al mercado para los mayores, pero, realmente, no es cierto: hay miles de personas en el mundo que necesitan y quieren algo así. Y cuando decimos así, hay que explicar lo siguiente. Elegante y claro El Emporia Elegance es un teléfono de tamaño normal (10,9 x 5 x 1,4 cm y 92 gr.), líneas redondeadas, fabricado con materiales sólidos, en pasta negra pulida y detalles en acero. El cuerpo, dividido en área de imagen (1/3) y teclado, está a su vez distribuido en dos campos: los pulsadores de gestión -para movernos por los listados o el menú- y el teclado alfanumérico. Al respecto de éste hay que detallar que los números están serigrafiados en blanco, con lo cual, al encenderse la iluminación posterior, contrastan claramente sobre el negro. Se trata de un teléfono de segunda generación que funciona sobre las tradicionales bandas de 900/1800 Mhz y cuyo sistema operativo propietario se muestra en una pantalla OLED de 1,8” de diagonal; medida que, dados los tamaños que lideran el mercado podría parecer pequeña pero que es más que suficiente para lo que ‘tenemos que ver’. Y ¿qué vemos? Pues en la pantalla de inicio, en un display con colores llamativos y retroiluminado, tres líneas: la superior y la inferior estrechas, con datos como la carga de la batería, cobertura, operador y fecha. En el centro, en medio de las dos y con números muy grandes, la hora. Si pulsamos el botón de llamada, aparece en imagen el registro de las últimas recibidas y emitidas, punto desde el cual podemos llamar directamente o pulsar la tecla de colgar/retroceder. Con respecto a las flechas, nos despliegan una libreta de contactos que permite hasta 100 registros de campos básicos. ¿Y qué más? Pues para descubrirlo tenemos que ir a los laterales. Allí, con tamaño suficiente, iconografía clara y fáciles de reconocer al tacto encontramos: A la derecha el pulsador de encendido y apagado, el doble de volumen (+/-) y el bloqueo (muy útil para que el móvil no se nos dispare sólo y nos de sorpresas en la factura). A la izquierda la linterna (cuando pulsamos se enciende una potente luz blanca situada en el testero del teléfono) y un botón deslizante para que programemos el despertador o una alarma y lo activemos o desactivemos simplemente moviéndolo de una posición a otra. En medio, la posibilidad de silenciar o activar el sonido del móvil (configurable) y el punto más importante del sistema: el acceso al menú.

El menú El sistema operativo propietario de Emporia, representado gráficamente en este caso por grandes iconos en color de pantalla completa, nos permite: escribir y leer mensajes de texto (SMS); consultar nuestra agenda (desde la cual podemos buscar, agregar contactos, editarlos, eliminarlos, enviarlos, copiarlos, etc.); el registro de llamadas o configurar a nuestro gusto el terminal. A este respecto señalar que la configuración es muy sencilla, ya que sólo podemos variar tamaños de letra (normal, grande o gigante), determinar el volumen, el tipo de sonidos y alertas, el contraste de la pantalla, el idioma de operación, definir la fecha y la hora, utilizar la calculadora, o gestionar los típicos servicios vinculados a cualquier teléfono (desvíos, buzón, etc.). ¿Más fácil y más práctico? Creo que imposible.

A destacar

Dos detalles a destacar: cuando el teléfono detecta que nos movemos por el sistema operativo y paramos, supone que podemos tener dudas y nos muestra para qué sirve exactamente el punto del menú en que nos encontramos. El otro, la existencia de un registro de cinco contactos ‘de urgencia’ que saltan de forma sucesiva para que podamos realizar llamadas a favoritos o de emergencia de la manera más fácil.