Los tres operadores mayoritarios de nuestro país aseguran que darán prioridad a sus clientes antes que a otros nuevos que procedan de otras compañías y garantizan la inversión en redes y en innovación. Sin embargo, cada uno de ellos lo ha expuesto de diferente manera y ha planteado variopintas estrategias comerciales. Así, mientras Telefónica comunicó la retirada total de las subvenciones, tal y como se entendían hasta hoy, y Vodafone ha priorizado la inversión en retención de clientes, retirando los subsidios a la portabilidad con smartphones, que no con tablets o sistemas de conexión (fija y móvil), Orange mantiene su política de captación aunque asegura que la ha 'suavizado' y vincula la portabilidad con smartphones a sus tarifas más altas y a permanencias de 24 meses.
Política de transparencia y racionalidad; respuesta y atención a sus clientes; descuentos e incentivos en el consumo de datos; tarifas accesibles e inversiones en red y en innovación, son los factores comunes que los operadores mayoritarios en España plantean a la hora de exponer su estrategia para los próximos meses. Sin embargo, las declaraciones sucesivas y confusas; el abandono de una política comercial competitiva pero equivalente y la guerra de tarifas han llevado a un colapso de información que roza el caos.
Y es que si ante el nacimiento y expansión de los teléfonos con acceso a Internet, los operadores apoyaron enérgicamente la renovación del parque de móviles, el modelo de negocio planteado últimamente, con clientes que exigen smartphones 'tope de gama' (utilicen o no sus funciones) sin un consumo compensatorio equivalente, ha llevado a un desequilibrio en las cuentas de las compañías; agravado éste por la necesaria compra de espectro, el despliegue de redes de nueva generación, el imprescindible gasto en atención a un cliente novel, la actual regulación, la crisis económica e incluso la imposición legal de aportar dinero a la radio televisión pública.
"El problema del mercado español es que era más importante la política de adquisición que la de retención de clientes -aseguraba hace unos días el presidente de Vodafone España, Shameel Joosub- tratábamos mejor a los que llegaban que a quienes llevaban años con nosotros y ahora consideramos que lo más importante es ofrecerla tarifa más competitiva del mercado; las mejores redes, la máxima velocidad de navegación en cada segmento y mensajería gratis. Buscamos, en definitiva, la fidelidad de nuestros clientes".
Orange se desmarca
Pero, cuando todo el mundo esperaba el anuncio oficial de Orange en el mismo sentido, el operador francés ha sorprendido comunicando que mantiene la subvención para ofrecer teléfonos a los nuevos clientes: "la subvención es compatible con la mejora de la rentabilidad y con la mejora de nuestros resultados financieros. En 2011 Orange ha combinado el liderazgo en portabilidad durante todo el segundo semestre con el incremento de nuestra rentabilidad".
Con esta afirmación, el operador francés finiquita los insistentes rumores de pacto colusorio (contra el usuario) entre los operadores para finalizar con el llamado efecto lavadora (rotación de operador cada vez que se quiere un teléfono nuevo) y fija una política comercial a corto plazo enfocada a rentabilizar o a sacar partido de las decisiones de Telefónica y Vodafone.
"La mayoría de los clientes siguen interesados en acceder a los más avanzados terminales a precios atractivos -aseguran-. Para ello, estos clientes están dispuestos a comprometerse durante un tiempo con Orange, por un importe mensual vinculado al valor del terminal. Ello les permite, por ejemplo, disfrutar actualmente de smartphones de gama alta desde 0€; para ellos, mantendremos una política de subvención de terminales en línea con el compromiso asumido por el cliente y el valor de la tarifa contratada o para Orange, este modelo no está agotado: responde a una demanda relevante del mercado".
El pasado mes de septiembre, el consejero delegado de Orange España Jean Marc Vignolles, también reafirmó su compromiso con el desarrollo de la Sociedad de la información en España y anunció nuevas inversiones en redes fijas y móviles, además de más innovación. Y si en 2010 anunciaron una inversión de 500 millones de euros en dos años para modernizar su red y hacerla más flexible, robusta y convergente (fijo y móvil) Vignolles prometió que van a continuar con esta política inversora tanto en infraestructuras móviles como fijas y que apostaban por la innovación.
La pregunta del millón es si van a poder cumplir todas sus promesas sin trampas.
Si (
No(
